Los desarrolladores de aplicaciones móviles de salud deben tener en cuenta el «papel protagonista del paciente» y hacerles partícipes en el proceso de concepción de una app de salud, pues «si una aplicación no se hace con ellos, será un dispositivo abocado al fracaso«, según el doctor Joan Carles March, director de la Escuela de Pacientes de Andalucía.
Es necesario que el diseñador tenga en cuenta «las necesidades, expectativas y el grado de utilidad» que la herramienta que está perfilando tiene para el usuario final; «si no es así, será una aplicación condenada a acabar en el abismo de las herramientas que no sirvieron», sentencia March, para quien la utilidad del dispositivo es un engranaje esencial en la conexión entre los mundos del profesional sanitario y del paciente.
En su opinión, los dispositivos de eSalud continúan siendo «poco amigables» para la población, pues, si bien ocho de cada diez pacientes conoce herramientas digitales relacionadas con la salud, «sólo uno de cada cuatro los emplea habitualmente». En este sentido, el doctor Joan Carles March estima que aún queda «espacio por recorrer» en la prescripción de dispositivos digitales por parte de los profesionales sanitarios; «los médicos aún no aprueban en cuanto a recetar Internet», señala.
mHealth: información, formación y apoyo emocional
Las aplicaciones, y el resto de dispositivos de salud digital, «deben combinar información, formación y apoyo emocional«, explica el doctor March, para el que el uso de un «lenguaje cercano, el ‘contagio’ de emociones positivas y la formación profesional sanitario-paciente y entre los propios pacientes» juega un papel fundamental en el éxito de una herramienta de salud. La Escuela de Pacientes de Andalucía es una institución que ayuda a poner en valor el papel de los pacientes y sus asociaciones, aportando metodología al trabajo diario.