La infoxicación en salud crece en Internet con los bulos

20 septiembre, 2017
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Carlos Mateos
Posted in eSalud
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La infoxicación, el exceso de información sin valor o incluso negativa, en el ámbito de la salud, se propaga en Internet con bulos, algunos de ellos promovidos por personajes públicos que no contrastan fuentes, como ocurrió con el presentador Javier Cárdenas, que relacionó la vacunación con el autismo. Así lo he expuesto en el Campus Gutenberg de la comunicación científica, invitado por la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), cuya comisión Digital tengo el honor de coordinar. En él compartí las conclusiones del informe EHON, un consenso sobre la información de salud en Internet organizado por la agencia COM SALUD y propiciado por la Asociación de Investigadores en eSalud (AIES) en el que participaron profesionales sanitarios, periodistas y pacientes activos en redes sociales. Este consenso será actualizado en el II Congreso Nacional de eSalud el 28 de noviembre.

Observatorio de los Bulos de Salud en Internet

No sólo Javier Cárdenas; la monja Teresa Forcadas y el propio Donald Trump, antes de ser presidente de Estados Unidos, utilizaron las redes sociales para compartir el bulo de que las vacunas provocaban autismo. Si bien el primero señaló que se limitaba a leer una noticia, lo cierto es que se trataba de la referencia a un estudio falso, puesto ya en la picota 3 años antes. Por tanto, la justificación de una fuente carece de fundamento cuando está desautorizada por toda la comunidad científica, además de desfasada. Por si fuera poco, el popular presentador se enzarzaba en una polémica con una pediatra activa en las redes, Lucía Galán, que le recordaba en una carta que se hizo viral, el daño de ese tipo de informaciones para la salud pública. Lejos de rectificar, Cárdenas pedía una disculpa a la pediatra. Desde ANIS también solicitábamos a Cárdenas que se informara mejor antes de difundir bulos de salud, que incluso ponen en peligro las vidas de niños cuyos padres renuncian a vacunarles. Sin embargo, reconozco que en ANIS, como en organismos oficiales, se reaccionó tarde, días después, cuando el daño en la información disponible en la Red, ya estaba hecho.

Salud sin bulos

Porque lo triste de estos casos es que no son una anécdota. La información negativa sobre vacunas está muy posicionada en buscadores y redes sociales, y eso tiene consecuencias. Diferentes estudios en Estados Unidos y Colombia demostraron que los padres con mayor nivel adquisitivo y más acceso a Internet y redes sociales eran los reacios a vacunar a sus hijos. No es extraño, las conspiraciones y los efectos secundarios ocultos emocionan mucho más y, por tanto, se posicionan mejor en buscadores, y consiguen más visitas en redes sociales que la información aséptica sobre los beneficios de las vacunas. Falta relato emotivo en las vacunas, además de novedades, en una sociedad ávida de noticias, cuanto más truculentas mejor. Por eso funcionan los bulos. Vende más en la Red un relato sobre que la llegada del hombre a la Luna fue un montaje, aunque no haya ninguna prueba, que los hallazgos de una sonda espacial, por mucho que los medios ignoren la primera (des)información y se hagan eco de la segunda.

Infoxicación de salud

Una idea compartida en el informe EHON es la existencia de exceso de información de salud en la Red y la falta de calidad de la misma. Tanto profesionales como pacientes creen que gran parte de la información que circula por internet es errónea. Tanto profesionales de la salud como representantes de las asociaciones de pacientes creen que la información de salud responde siempre a los mismos intereses mediáticos dejando a un lado muchas especialidades, enfermedades y/o colectivos que ven cómo la información que les compete queda de lado. Además, coinciden al expresar que existe mucha información patrocinada que no siempre está claramente diferenciada y que puede llevar a confusión.

Informe EHON (eHealth Focus on) | AIES eSalud

Medios especializados en salud

Como consecuencia de ello, los profesionales sanitarios consideran que son ellos quienes deberían publicar información de salud, postura que apoya gran parte de los representantes de las asociaciones de pacientes, aunque también se incluyen como parte emisora de información de salud de calidad. Los periodistas, por su parte, creen que la búsqueda y comprobación de información y el contraste de versiones es lo que los diferencia del profesional sanitario a la hora de informar sobre salud. Profesionales sanitarios y pacientes consideran más creíbles las informaciones que emiten los profesionales. Valoran más la información de los medios especializados.

Para las asociaciones de pacientes son más creíbles aquellas informaciones que se publican en medios de comunicación conocidos y especializados, aunque algunos profesionales sanitarios señalan que, para mucha gente, la información más creíble es aquella que difunde un famoso no sanitario. Los propios periodistas también reconocen que la información publicada en un medio de comunicación reconocido o especializado cuenta con plus de credibilidad. Por este mismo motivo, han compartido información sin contrastar previamente sólo porque han confiado en el medio de comunicación que la difundía.

Tanto profesionales de la salud como pacientes creen necesaria la recomendación de webs de salud donde encontrar información de calidad que sirva de ayuda real al usuario. Esta recomendación piensan que debe ser realizada por el propio personal sanitario dirigiendo al usuario hacia webs certificadas.

Hay coincidencia en que debe ser objetiva, veraz, contrastada, incluyendo fuentes oficiales, con declaraciones de profesionales sanitarios y especializados, diferenciando siempre entre opinión e información y dejando claro si existe o no patrocinio.

Los representantes de asociaciones de pacientes señalan la necesidad de hacer la información más humana y comprensible con la inclusión de testimonios. También los periodistas señalan la información divulgativa y testimonal como la que tiene mejor acogida y que despierta mayor interés .

El consenso es que los objetivos que debe perseguir la información de salud en Internet son: informar, prevenir, concienciar, educar y divulgar. ¿Cuántas webs lo logran?