El modelo de asistencia sanitaria actual atraviesa una crisis, según todos los informes, debido al envejecimiento de la población, con más personas dependientes y enfermos crónicos, y los avances terapéuticos, que suponen un coste añadido a la ya abultada factura sanitaria.
La tecnología puede ayudar a tener una asistencia sanitaria más eficaz y a menor coste, con pacientes mejor controlados , con mayor calidad de vida, atendidos a distancia, y con unos profesionales sanitarios que pueden acceder a todos los datos de los enfermos en cualquier momento y lugar y que no tienen que dedicarse a tareas burocráticas. Y en esa tecnología los dispositivos vestibles o wearables tienen un papel clave.
Gafas con las que un profesional desplazado accede a los datos del paciente y transmite la información al centro hospitalario (como las Google Glass), textiles que informan sobre diferentes constantes vitales a un cuidador o a un especialista, cascos neuronales con los que mover objetos con la mente, relojes que miden la glucosa sin pinchazos.
Periodista. Director de la agencia de comunicación, COM SALUD. Vicepresidente de la Asociación de Investigadores de eSalud (AIES).
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